Berco, líder global en la fabricación y suministro de trenes de rodaje y componentes para los fabricantes líderes mundiales de maquinaria pesada y para el mercado de posventa, se ha marcado como objetivo reducir el impacto ambiental de su producción. Por esta razón se ha iniciado un proceso de optimización en su planta de Copparo (Italia), con el fin de cumplir las normas de sostenibilidad ambiental en los próximos años.
La implementación de este proyecto de renovación se llevará a cabo en el marco de una hoja de ruta de tres años para reducir las emisiones de CO2 en 2.500 toneladas al año, así como el consumo anual de gas en un 13 %. Se adoptarán varias medidas en el ámbito de la eficiencia energética destinadas a alcanzar una reducción anual de unos tres millones de kW/h de electricidad, una vez concluido el proyecto.
La mayoría de las respectivas inversiones ya se han implementado o se planificarán a lo largo del proyecto. «Este proyecto», comenta Andrea Marigo, Head of Integrated Management System Industry Europe en Berco, «comenzó con un exhaustivo análisis del consumo de electricidad, agua y gas. Además, está estrechamente vinculado a nuestro proceso de lean manufacturing que comenzó hace tres años en la planta de Copparo y se centra en una producción eficiente, la eliminación de desechos y la aportación de valor al mercado».
Equipos con mayor eficiencia energética y un nuevo sistema de calefacción modular
El primer paso se centró en la reducción del consumo energético de toda la maquinaria presente en las líneas de producción de Copparo. Para ello se analizó el uso real de cada máquina en términos de rendimiento relativo. Las máquinas obsoletas y que consumían mucha energía se desmantelaron y, cuando fue necesario, se reemplazaron por otras de nuevas con un menor impacto en el consumo.
En los próximos meses de invierno se pondrá en marcha un nuevo sistema de calefacción modular. Se calcula que el consumo de gas disminuirá un 13 % en el primer año de funcionamiento, con la consiguiente reducción de hasta 2.500 toneladas de CO2 emitido a la atmósfera. Para reducir el consumo de gas natural, tanto para el uso en producción como para la calefacción (la calefacción consume tanto gas como electricidad) en todo el complejo de Copparo, Berco optó por reemplazar la única central térmica de 20 MW por una serie de fuentes de energía térmica modernas y descentralizadas.
Ahorro energético gracias a la descentralización de aire comprimido y energía eléctrica
La producción y la distribución de aire comprimido, ampliamente utilizado en varias fases de la producción en Copparo, siempre ha sido un proceso que consume una gran cantidad de energía en términos de kW/h. También en este caso la clave está en la descentralización: el sistema masivo con compresores centralizados se está sustituyendo por compresores instalados en distintas áreas de la producción. Se estima obtener unos ahorros anuales de alrededor del 2,5 % en comparación con el consumo medio de los últimos tres años.
Además, la distribución descentralizada de energía eléctrica garantizará un mejor uso de la energía, ya que el nuevo sistema satisfará las necesidades específicas de cada departamento. También se está estudiando la posibilidad de usar paneles fotovoltaicos. Se prevé que las diversas medidas que afectan a la producción y a la distribución del aire comprimido, la modificación de los circuitos de refrigeración y la reorganización de la distribución eléctrica aportarán una reducción anual de unos tres millones de kW/h de electricidad, una vez finalizado el proyecto.
Menos cantidad de agua necesaria y de residuos no separados
El actual consumo de agua de la planta de Copparo asciende a cerca de 300.000 m3 al año. Esta agua se extrae directamente del río Po y se emplea principalmente para los circuitos de refrigeración de las plantas. Actualmente los circuitos de refrigeración son cerrados y cuentan con torres de evaporación que refrigeran el agua, intercambiando calor con el aire ambiental antes de devolverlo a la circulación.
Sin embargo, estos circuitos también se analizarán y ya hay varios estudios en fases avanzadas destinados a evaluar las acciones más importantes que se deben llevar a cabo para obtener plantas descentralizadas en un futuro cercano. Nuevas configuraciones de las torres no sólo generarían un menor consumo energético, sino que además reducirían la dispersión de agua por evaporación, por lo que se necesitaría añadir menos agua al sistema.
Además de reducir su consumo energético, en los últimos años Berco también se ha centrado en asegurar la mayor recuperación posible de acero. Este objetivo se ha alcanzado gracias a una cuidadosa gestión del proceso de producción, que distingue y separa los residuos de la producción de la mejor forma posible, evitando la transferencia de residuos no separados.
Estos son los primeros cambios estructurales importantes que Berco ya tiene previstos para los próximos tres años, en conformidad con los principales objetivos del Grupo respecto a la reducción de su huella de carbono. «Además de estas medidas», concluye Marigo, «la culminación de la transformación lean de la producción en Copparo, con la consecuente drástica reducción en la gestión de mercancías en la planta, así como de los residuos en el tratamiento de materiales, aportará mayores beneficios ambientales».
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